La emancipación de la América Latina es un complejo y violento proceso político y militar que entre 1808 y 1826 afectó a la casi totalidad de los territorios americanos gobernados por España. El resultado del proceso fue la separación de la inmensa mayoría de las divisiones aministrativas coloniales de la metrópoli, que llevaban bajo dominio español desde finales del siglo XV, y la independencia de gran parte de los territorios hispanoamericanos.
De todos los líderes independentistas americanos, criollos la inmensa mayoría, destaca con luz pro
pia Simón Bolívar, "El Libertador", que dominó el proceso secesionista de Venezuela, aunque algunas repúblicas sudamericanas actuales más le reconocen como Padre de la Patria. Veamos cómo fue el proceso.
Se constituyó en Caracas una Junta el 19 de abril de 1810, opuesta al capitán general, el afrancesado Vicente Empearán, y que defendía, en principio, los derechos de Fernando VII. Pero los planteamientos junteros se radicalizaron en pocos meses y fueron bastante más lejos, tanto que el 5 de julio de 1811 se proclamó la independencia de Venezuela, que quedó establecida como una república federal. Otro líder independentista, el caraqueño Francisco de Miranda, procedente de Londres, se enfrentó con Simón Bolívar, quien parece que no dudó en quitarse de encima tan molesto rival y lo entregó a los españoles. En 1812, las tropas realistas enviadas desde Puerto Rico, comandadas por Domingo Monteverde vencieron a los rebeldes en Puerto Cabello, y apresaron a Miranda en La Guaira, que careció del apoyo bolivariano.
En el área de la posterior Colombia, la Junta de Santa Fe de Bogotá depuso al virrey Antonio Amar y Borbón el 20 de julio de 1810, apoyada por las juntas de Cartagena, Pamplona y Socorro, pero no por las ciudades de Panamá y Santa Marta, que permanecieron fieles al gobierno de España. Los líderes de la zona, Camilo Torres y José Acevedo Gómez vencieron en Bajo Palacé al gobernador de Popayán. En diciembre de este mismo año, se declaró la independencia de la llamada república Provincias Unidas de Nueva Granada, proclamada en el I Congreso de Cundinamarca. Antonio Nariño, de ideología unionista, ocupó la presidencia en octubre de 1811 y pronto se enfrentó a Camilo Torres, que tenía un concepto federalista del nuevo Estado republicano.
Las estructuras incipientes de los nuevos estados hispanoamericanos estaban encauzadas, pero una vez finalizada la guerra de la Independencia en la Península, Fernando VII tuvo las manos libres para comenzar la reacción española, que debía acabar con la independencia proclamada por sus antiguas colonias. Así, a finales de 1814, los realistas volvieron a tomar la iniciativa, a partir de las victorias en las batallas de Maturín y Urica, por las buenas artes militares de José Tomás Rodríguez Boves (reconocido por su crueldad como El Azote de Dios por el mismísimo Bolívar), al frente de los llaneros del Orinoco. Bolívar tuvo que poner pies en polvorosa y salir p
or patas de Nueva Granada rumbo al Caribe, donde diseñó el mapa de las futuras repúblicas independientes americanas en un documento conocido como "Carta de Jamaica". Las cosas iban de mal en peor en Nueva Granada, puesto que en mayo de 1815, el general realista Pablo Morillo, al frente de sus tropas, ocupó Caracas, desencadenando una dura represión. En toda América del sur, sólo los territorios de la futura Argentina parecían consolidar la independencia.
La guerra se generalizó en todos lados desde 1817. En febrero de 1819, el Congreso de Angostura nombró a Bolívar presidente de Venezuela. El general José Antonio Páez (de origen humilde y nacido en Canarias) logró vencer al realista Morillo en Las Quseras del Medio, en abril del 19, triunfo que permitió a Bolívar abrir más frentes, pues cruzó los Andes, ocupó Tunja (130 km al noreste de la ciudad de Bogotá), y posteriomente venció en las batallas del Pantano de Vargas y de Boyacá (entre julio y agosto de 1819). Bolívar entró triunfante en Santafé de Bogotá el 10 de agosto de 1819. En diciembre de ese mismo año se constituyó la República de la Gran Colombia, y Bolívar fue nombrado su primer presidente.
No paraba Bolívar en su quehacer independentista: el 24 de junio de 1821 venció en Carabobo a los realistas, que retrocedían en casi todos los frentes. Esta victoria garantizaba la independencia de Venezuela, apuntalada por la victoria de Antonio José de Sucre en Pichincha (mayo de 1822). Bolívar, tras deshacerse de un nuevo ejército realista en la batalla de Bomboná (abril de 1822), entró en Quito en junio, que había sido ocupada por Sucre para los independentistas, y se dirigió hacia Guayaquil. En la entrevista en esta ciudad mantenida el 26 de julio de 1822 con el otro gran líder de la emancipación sudamericana, el sureño José de San Martín, acordaron que Bolívar se ocupase de los asuntos peruanos y San Martín, que no gozaba de la confianza de la poderosa burguesía limeña, se retirase del escenario. Los realistas recuperaron Lima para las armas españolas en junio de 1823, lo que hizo necesaria la intervención personal de Sucre y Bolívar, quien en febrero de 1824 asumió la dictadura de la república grancolombiana. Las victorias de Sucre en Junín y Ayacucho en 1824 fueron decisivas para el fin del dominio español en la zona. La ocupación del puerto de El Callao en enero de 1826, último reducto realista puso fin a la guerra y aseguró definitivamente la independencia de la mayoría de las colonias españolas de América.
De la Gran Colombia creada por El Libertador, muy pocos años después se desgajaron tres nuevas repúblicas: Venezuela, Ecuador y Colombia (Nueva Granada).