ZOLLVEREIN
Zollvererin en alemán significa Unión Aduanera, y
fue una organización de aduanas por medio de la cual se propusieron los aranceles entre los distintos miembros de la Confederación Germánica, excepto Austria, que aunque también de lengua alemana, iba más a su aire y tenía imperio propio.
Napoleón I, cuando puso patas arriba Europa entera en su intento de extender los principios de la Revolución Francesa, invadió el oeste del antiguo Imperio germánico, e
impuso sin ambages los principios del Código Civil Francés en la Confederación del Rin, sobre todo el respeto a la propiedad privada. La oriental Prusia, que aguantó como pudo la acometida francesa, también adoptó este sistema, aboliendo la servidumbre y la distinción entre propiedad noble y no noble. Se creaban así las condiciones para la existencia de un mercado libre de tierras.
Cuando las potencias europeas pusieron en su sitio a Napoleón, después de un sin fin de guerras absurdas, se sentaron a negociar el nuevo mapa europeo en el famoso Congreso de Viena de 1815. En los territorios alemanes se estableció una raquítica
Confederación Germánica, endeble entidad política en la que cada Estado (lander) conservaba su soberanía en el terreno ejecutivo y judicial. Los mini Estados alemanes cerraban sus fronteras entre sí, pero en cambio permanecían abiertos con gran fervor al comercio procedente del exterior. Craso error...
Por fin, en 1828, Prusia, erigida cabeza de la Confederación, y una de las vencedoras de la marea napoleónica, propuso, organizó y encabezó una reforma aduanera general. En la cabeza de sus dirigentes posiblemente estaba ya el germén de la unificación alemana y por algún sitio había que empezar. Con unos buenos cimientos, esa idea tendría que llegar a buen puerto, aunque varias décadas después.
Simultáneamente, y ante la conveniencia de hacer algo que modificase el status jurídico y económico de la Confederación, algunos Estados habían comenzado a moverse en ese sentido. Se habían constituido ya dos uniones aduaneras, una entre Prusia y Hesse-Darmstadt y otra entre Baviera y Wurtemberg, donde cabía la libre circulación de mercancías, con un arancel común.
El acercamiento entre ambas uniones aduaneras llevó a una unión más extensa, pues el Zollverein se estableció con plena vigencia desde el 1 de enero de 1834. Se trataba de practicar el
librecambismo entre los estados miembros -cualquier mercancía podría circular
libremente sin pagar tasas aduaneras- y el proteccionismo frente a los estados no
miembros (los productos que venían de fuera pagaban un fuerte tributo para proteger así
la producción interna). Se producía una unión de mercados con el
objetivo de favorecer el desarrollo económico de los estados integrantes al conectar sus
economías.
Austria, irritada, ante sus pretensiones hegemónicas en Europa Central, y que veía como irrumpía con fuerza Prusia para acabar con éstas, miró hacia otro lado, e intentó torpedearla. Prusia comenzaba a constituirse como un peliagudo rival dentro de la hegemonía dentro de los estados germánicos. Otros estados alemanes, celosos de su autonomía, no quisieron consentir la preponderancia prusiana, y de momento, se pusieron a la defensiva e intentaron bloquear la Unión Aduanera. El primer Zollverein contó con los siguientes estados: Prusia,
Baviera, Württemberg, Sajonia y Turingia. Pero la poderosa iniciativa prusiana no había quien la parase, pues durante esa década, casi todos los estados acabaron por plegarse a lo inevitable, excepto algunos irredentos, que quedaron bajo la égida y el manto protector austríaco: Hannover, Oldemburg, Mecklemburg, la Unión
Tributaria, otra especie de unión de mercados creada por Austria para contrarrestar el
protagonismo prusiano. La Liga Hanseática norteña seguía a su aire. Pero ninguna de estas dos Uniones tuvo el éxito del Zollverein.
La cohesión política que dio el Zollverein sirvió de base para el proceso unificador de Alemania, bajo la batuta de Prusia, que se había empeñado en disputarle la hegemonía continental a los franceses. En los mares no había rivalidad posible, pues Gran Bretaña campaba por sus respetos demostrando sin complejos su enorme poderío naval a nivel mundial. De hecho tras la guerra franco-prusiana de 1870-1871 los territorios comprendidos dentro del Zollverein se transformaron en el Imperio Alemán.
La Constitución imperial de 1871, sustituyó a la Zollverein al conceder a la nación alemana el derecho exclusivo de legislar sobre las tarifas aduaneras comunes y los impuestos. El Zollvererin decimonónico fue punto de partida para la unión europea gestada desde 1957.
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