EL LEGADO TITO LABIENO
Tito Labieno, según la enclopedia, fue lugarteniente de Cayo Julio César en la guerra de las Galias. Posteriormente en las guerras civiles protagonizadas por el propio César y el Senado apoyado por Cneo Pompeyo Magno, abrazó la causa senatorial. Y pereció en la batalla de Munda (45 A.C.), contra las propias fuerzas de César.
César habla largo y tendido de su legado en los "Comentarios de La guerra de las Galias", escritas p or él mismo en tercera persona. La confianza de César en su legado es máxima, y por supuesto, éste se hace merecedor de ella, pues realiza constantes acciones bélicas en las que sale vencedor y donde demuestra un gran sentido táctico. La campaña contra los helvecios parece planeada por César y ejecutada con enorme eficacia por el "legado propretor" Labieno.
Después de la campaña contra los suevos, llevada a cabo al otro lado del Rin, el ejército romano se dirigió al país de los secuanos para establecer los cuarteles de invierno. Labieno estuvo al mando de estos cuarteles mientras César se dirigía a la Galia Citerior. Asímismo intervino en la feroz campaña contra los belgas, "los más valientes" de la Galia, en palabras del propio César: Labieno en una gran acción de batalla, lograría, comandando la Décima Legión, socorrer a las tropas de César cuando estaban en una situación apurada contra las fuerzas de la tribu belga de los nervios. Más tarde derrotaría a los tréveres.
En el triunfo de Alesia, Labieno comandó la caballería que, en una brillante maniobra, flanqueó al ejército galo y en gran parte decidió la victoria.
En sus "Comentarios", César menciona en múltiples ocasiones a su legado, y da la impresión de que, entre sus ofic¡ales, es el hombre en quien más confía para llevar a cabo complicadas acciones de guerra. Basten estos ejemplos obtenidos directamente de las fuentes (en este caso de la obra de César) para confirmar que Tito Labieno era el lugarteniente más valioso del cónsul triunviro.
Evidentemente, Labieno era un militar brillante, fiel cumplidor de la estrategia de su comandante en la guerra de las Galias. Pero su ideario político era harina de otro costal. He leído en v arios sitios que Labieno fue un traidor a César. Para mí era un oficial a las órdenes de un comandante en una guerra , la de las Galias, que era una cuestión romana, y que cuando ese comandante pasó el Rubicón, se puso fuera de la ley de la República oligárquica. Y Labieno consideró que su deber era respaldar el orden legal establecido, el del Senado de Roma, que consiguió poner de su lado al antiguo yerno de César, el otro triunviro vivo, Pompeyo, con más o menos subterfugios, haciendo hincapié en los celos de Pompeyo hacia su ahora rival máximo.
En el libro, "Biografía de Tito Labieno, Legado de César en la Galia" Tyrell repara que Labieno era un hombre "que se unió al gobierno legítimo en un intento por detener a un procónsul revolucionario que intentó elevar su dignitas por encima de su condición".
Labieno debió nacer en entre los años 99 / 98 a. C. Muchas fuentes aseguran que Labieno procedía de la población de Cingulum, en el Piceno, de una familia del ordo equestre oriunda también del Piceno (como el propio Pompeyo). Pronto conoció a Pompeyo, que se convertiría en su patrón y que le favoreció a lo largo de su carrera militar.
Labieno fue elegido tribuno de la Plebe en el año 63 aC gracias a la influencia de su viejo patrón, Cneo Pompeyo Magno. Dado que en estos momentos Julio César y Pompeyo eran aliados políticos, Labieno le ofreció su cooperación y sus servicios, lo que hizo que en ese momento surgiera una amistad entre ellos dos.
Pero para el historiador romano
Dion Casio, las razones de Labieno para "desertar" no eran tan nobles. Había adquirido mucha riqueza y fama en la Galia y creyó llegado el momento de obtener prebendas superiores. Sin embargo, César no le había dado ningún mando independiente ni ninguna perspectiva de consulado. Quizás estaba resentido por la falta de reconocimiento y desarrolló un profundo odio hacia César. Pompeyo hizo de Labieno su jefe de caballería.
En la batalla de Munda (quizás la actual Montilla, Córdoba) contra los últimos pompeyanos, parece que Labieno fue abatido durante la retirada, y se le hicieron las correspondientes exequias fúnebres, pero de acuerdo con Apiano, su cabeza se llevó ante César.
McCullough lo describe como un ser orgulloso, terrible y cruel, que disfrutaba con el tormento a los prisioneros de las legiones de César que caían en su poder.
Los famosos Tito Pullo y Lucio Voreno de la serie "Roma" podrían ser personajes históricos reales.
César elogia en sus "Comentarios" la actuación de la Novena Legión, de su legado Cicerón, y menciona un hecho más que curioso sobre dos centuriones, sorprendente porque César no es un hombre dado al halago en sus escritos. En el Libro V de sus "Comentarios...", capítul o XLIV, habla de la rivalidad y heroísmo de los centuriones T. Pulon y L. Voreno:
"En esta legión había dos centuriones, hombres de extraordinaria valentía, que se aproximaban a los primeros grados, llamados T. Pulon y L.Voreno. Entre ellos había una eterna rivalidad por ver quién pasaría delante del otro, y cada año la rivalidad por adelantarse les ponía en violentos choques.
Pulon, uno de los dos, en el mayor ardor del combate al borde de las trincheras: « ¿En qué piensas, dice, oh Voreno?, ¿o a cuándo aguardas a mostrar tu valentía? Este día decidirá nuestras competencias. » En diciendo esto, salta las barreras y embiste al enemigo por la parte más fuerte. No se queda atrás Voreno, sino que temiendo la censura de todos, síguele a corta distancia (...)"
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